A diferencia de tu madre, tu comías fenomenal, daba igual que fuera la papilla de verduras con ternera o pollo, o la papilla de frutas, abrías la boca que daba gusto y hasta te enfadabas si no íbamos lo rápido que tu esperabas.
Así que estábamos encantados y pasaron las semanas hasta que a mediados de diciembre aprendiste a decir que no, que ya no querías mas.
Dejamos vídeo ilustrativo de tu no, no, no.