miércoles, 12 de febrero de 2014

Miguel en cuidados medios

Cuando llegamos a cuidados intermedios, nos explicaron que debido a tu inmadurez por ser en prematuro te pasaban tres cosas:
1.- no regulabas la temperatura y estabas por debajo de 36 °C
2.- hacías pausas respiratorias porque tus pulmones no estaban maduros y
3.- tenías ictericia igual que tu hermana

Así que te pusieron un colchoncillo térmico y una lámpara de infrarrojos por encima para mantenerte calentito y además fototerapia tanto por arriba como por la espalda con una lámpara portátil y esto mientras permanecias enchufado al pulsí para ver tu saturación de oxígeno en sangre. Nos dijeron que era difícil de valorar, pero que seguramente tendrías que estar allí entre una y dos semanas, menudo disgusto nos llevamos.

foto de Miguel con rayos UVA

A pesar de todo esto en seguida nos dimos cuenta que tú eras el que estaba mejor, pues los otros siete niños que estaban ingresados contigo eran grandes prematuros y el que menos, llevaba allí ingresado varias semanas.

El principal contratiempo era que nos habían echado de la habitación, pero a su vez queríamos estar allí contigo, no sólo para cuidarte sino para darte de comer cada dos o tres horas, lo cual exigía que tuviera que estar allí contigo permanentemente.

Como ya conocíamos la zona, porque Paula también estuvo 2 días ingresada por bilirrubina, sabíamos que junto a la sala de cuidados medios había una sala de espera para padres con un sofá y una mesa que nadie utilizaba y que además disponía de un baño y unas taquillas con llave, así que resolvimos que yo me quedaría a dormir en el sofá y así podía darte el techo por la noche, luego por la mañana me levantaba y me duchaba y al rato venía papá una vez dejado a Paula en la guardería.

foto salita de espera

Y así fueron pasando los días mientras evolucionabas favorablemente y a los tres días ya te quitaron el colchón térmico porque regulabas la temperatura corporal tu solito y finalmente el viernes, con 10 días de vida, nos dieron el ansiado alta. Y cosa curiosa, esa última noche sí que nos dieron habitación, pues como paso previo a irnos a casa, querían comprobar que fuera de cuidados medios estabas bien.

foto en la última habitación

foto saliendo del hospital

Aún así tuvimos que llevarte a control semanal durante los 3 meses siguientes hasta que vieron que la ictericia había desaparecido y que ya no tenías anemia. En ese tiempo también vieron que tenías un pequeño soplo que denominaron inocente y que dijeron que se te curaría con el paso de los meses.

En todas esas visitas aprendimos mucho, como por ejemplo que la anemia era debida a la ictericia y que a su vez la ictericia era debida a que tomabas pecho y la llamaban "ictericia del lactante". Y también nos fuimos familiarizando con distintos conceptos médicos como: Fisiológico, qué significa que es natural y propio del momento y que con el tiempo tenderá a desaparecer, Agudo, que no significa que sea grave sino que es puntual, así una infección aguda de vías altas, no significa que sea chunga sino que es súbita y que no es consecuencia de otra cosa.

lunes, 10 de febrero de 2014

Nacimiento de Miguel

Volvimos de Benicasim el viernes 23 de agosto y aunque ya estábamos de 7 meses, todavía no tenías nombre ya que seguíamos sin decidirnos entre Luis y Miguel, así que nos propusimos dirimirlo en los próximos días y así fue, el lunes 26 acordamos que esta vez le tocaba a papá escoger y decidimos que te llamarías Miguel.

No nos dio tiempo a decírselo a la gente ni a hacer la foto con tu nombre en la tripa, pues al día siguiente por la tarde empezaron las contracciones. Se ve que pensaste 'ya estamos en casa y tengo nombre, luego puedo salir'.

Cómo estábamos de solo 33 semanas no teníamos claro que realmente fueran contracciones de parto y además buscamos en Internet como eran los nacimientos en la semana 33 y lo que leímos nos dejó muy preocupados, pues todo eran problemas: inmadurez pulmonar, bajo peso, necesidad de incubadora... así que decidimos que no estábamos de parto y nos fuimos a dormir.

Sin embargo durante la noche las contracciones fueron a mas y a las 6 de la mañana papá preguntó que qué me pasaba y cuando le dije que llevaba toda la noche con contracciones sin parar y que ahora eran cada 5 minutos, convenimos en que ciertamente estábamos de parto y que lo mejor que podíamos hacer era ir al hospital.

Llamamos a los yayos para que vinieran a quedarse con Paula y nos fuimos al hospital de Puerta de Hierro.

Una vez allí, ya todo fue súper rápido. Confirmaron que efectivamente estábamos de parto y que ya estaba dilatada de 3 centímetros así que nos metieron en la sala de parto y rápidamente nos pusieron una dosis de antibiótico para evitar que te infectaras al nacer y también una dosis de cortisona para acelera tu maduración pulmonar. Sin embargo para que está medicina fuera efectiva, había que repetir la dosis a las 12 horas, pero los médicos ya se temían que no esperarías tanto.

 Según pasaba el tiempo las contracciones eran más intensas y dolorosas, así que pedí la epidural pero me dijeron que teníamos que esperar porque el anestesista estaba en una cesárea. Llegó un momento en el que ya no aguantaba más el dolor y el anestesista no venía, así que hice salir dos veces al pasillo a papá para buscarle, y cuando volvía sin él le echaba la bronca a voz en grito: "no me puedo creer que sólo haya un anestesista!!, quiero mi epidural ya!!! que venga ese hombre corriendo!!". El pobre papá no sabía qué hacer, si se quedaba conmigo y no salía al pasillo yo le regañaba, pero si salía al pasillo las enfermeras le decían que dejará de molestar y fuéramos pacientes ;-)

A las 10 de la mañana ya estábamos dilatados de 10 centímetros pero no se había roto la bolsa, así que los médicos decidieron que era mejor esperar y así dábamos tiempo a que pasaran 4 horas desde la dosis de antibiótico, que se ve que es lo que tarda en hacer efecto. Cuando pasó el tiempo estipulado rompieron la bolsa y en 15 minutos ya estabas aquí. Naciste el 28 de agosto de 2013 a las 11:16 horas.

insertar foto de Miguel 8 0 2

Como eras de la semana 33 estaba en la habitación todo el equipo de neonatos, pero en cuanto vieron que tenías buen tamaño y que además nacías llorando dijo el jefe de Neonatología: este niño ya está criado, chicos nos podemos ir, aquí no hacemos falta.  Efectivamente, pesaste 2.467 gramos y sacaste un 9 en el test de Abgar, y los médicos nos dijeron que te tratáramos como si no fueras prematuro. Y así fue, después de ponerte un rato a hacer el método canguro con papá, nos llevaron a la habitación y los pediatras y enfermeros de neonatos pasaban cada 4 o 5 horas para ver cómo estabas.

insertar foto de papá canguro 2

vinieron a verte los yayos, la abuela, los titos, los primos, los tios abuelos...

insertar fotos yayos abuelos tíos

y entre medias se turnaban los yayos y la abuela para cuidar de Paula junto con papá, ya que esa semana todavía no tenía guarderia. Estábamos un poco preocupados con cómo se tomaría Paula la llegada del hermanito y llevabamos unos días dándote muñecas, aunque no las terminabas de hacer mucho caso. Cuando llegaste te lanzaste sobre su cuna y pediste que te auparamos para darle un beso y si nos descuidabamos cogías la cuna y la paseabas. Aparentemente te lo tomaste muy bien!

foto de los cuatro y de Paula corriendo por el pasillo

Todo el mundo decía que eras guapísimo y además naciste con pelo pelirrojo. La Yaya estaba muy contenta por que por fin su noveno nieto salía pelirrojo como ella. Aunque ahora no se la note, la yaya fue pelirroja zanahoria hasta los veintipico años en que se le empezó a oscurecer, pero su piel sigue siendo pura peca y no tiene una sola cana.


foto Miguel 31.8 10.28

Todo iba fenomenal hasta el sábado por la tarde cuando te notamos bastante apático y empezaste a hacer pequeñas pausas al respirar y a ponerte morado alrededor de la boca. No nos hicieron mucho caso cuando lo comentamos con el personal que vino a verte, pero esa noche, que además se había quedado la yaya a dormir para que papá pudiera estar con Paula, la cosa fue a mas y cuando vinieron las enfermeras a las doce de la noche y se lo dijimos se dieron cuenta que efectivamente estaba haciendo pausas respiratorias y te pusieron un pulsometro para contolarte.

Menuda nochecita pasamos con ese aparato haciendo pitidos cada vez que te bajaba el oxígeno en sangre por debajo de 90 y la yaya y yo nos despertabamos sobresaltadas y en algunas ocasiones tuvimos que lo incorporarte para hacerte reaccionar. Íbamos de susto en susto.

foto de Miguel con el pulso

Así que el domingo 1 de septiembre, aunque te habían hecho los potenciales auditivos que es síntoma de que ya te van a dar el alta, nos dijeron que te dejaban internado en cuidados médios para tenerte más controlado. Menudo disgusto nos llevamos!!!

foto de los potenciales